viernes, 19 de noviembre de 2010

Improvisar

Hoy me levanté temprano, y decidí escribir. Por la ventana el sol brillaba y mi jugo de naranja estaba más rico que nunca. El olor de la mañana, el pasto recién cortado y los diarios sobre la mesa me hacían sentir especial. Mi pluma, consejera más fiel que nunca, se entregó sin reparo alguno, para que yo una vez más, escriba tonteras:

Nada queda, todo se dispersa. Se pierde en una burbuja llamada angustia. Los sueños se opacan, los deseos se esfuman, y yo sigo acá, después de ese viaje en tren, tras despedirte para siempre.
Casi no lo puedo creer. Todo queda en la memoria, y pronto, lo construido deja de serlo. El tiempo pasa y no se mas nada de vos. Me pregunto si sos feliz, si estás bien, no sé. Porque fuiste demasiado, y duele tremendamente tal ruptura.
Es costumbre, algunos dicen. Es tiempo, otros (incluida vos). Y si, puede ser, es muy probable. Seguramente, dentro de cinco o diez años recuerde con una sonrisa ésta simple anécdota. Pero hoy la sufro.
Se que la rutina cada vez era más rutina, valga la redundancia. Entiendo que el amor se transforma y que todo era vagamente plano. Se que te molestaban algunas cosas, y que no éramos iguales. Pero el amor es otra cosa y puedo estar horas explicándotelo. Ni estas líneas de porquería podrían describir todo lo que te quiero, todo lo que te amo y te extraño. Siento tantas ganas de abrazarte. Siento tantas cosas…
También puedo decir, que mi vida se acostumbró a vivir sin vos. Nuevas cosas siempre aparecen: los lunes soy más libre, en la semana trabajo y estudio, los sábados disfruto y cada tanto, algún domingo te pienso. Creo que cada día te extraño menos, porque trato de no recordarte. Se que me merezco estar bien, y hasta tal vez no te merezca. Pero quien le hace entender eso al corazón.
Ese 10 de Septiembre, cuando tu amor se acabó, tenía enfrente a una persona totalmente diferente. No eras la cosita hermosa la cual había conocido, ni la que me amó por tanto tiempo. Tu parte mala había salido a la luz, como ese ángel negro que viene a dar malas noticias. Lo aseguro. Y tiempo después lo comprobé: no eras vos. Ya no eras. Esa persona que estaba sentada a mi lado, devoró mis ilusiones, dejó caer mis suspiros, y ató a mi corazón contra una pared, para que ese francotirador, que me tenía en la mira hacía un largo tiempo, destruya todo tipo de esperanzas. Y yo que creía…
Caí muerto por dos semanas. Abría los brazos de espalda al mar, a punto de caer. Mis amigos me atajaron. Me sentía el peor, un fracaso. Y me hicieron sentir el mejor, fuerte como el hierro.
Recuerdo muy bien, previo a conocerte, antes de aquel viaje a Bariloche, que pensaba cómo sería la mujer de mi vida… Y cuando te conocí, te dije, que eras tal cual te había soñado. Y ahora que te perdí, digo y me pregunto: ¿Dónde estás mi amor? ¿En que queda todo esto?
En la nada. La vida es así.

Hoy sigo recorriendo las calles de esa ciudad. Siento que ese viaje en tren “para siempre”, me dio más aire. Mi nueva vida se forma de momentos, de llantos y besos. En cada paso que doy soy más iluso, pero más fuerte y hasta más tierno. Aprecio las cosas como si fueran únicas.
Mi sombra me empuja todas las noches. Mis ojos soportan la claridad del sol. Y mi corazón… Bien, gracias.
Permitime decirte que nadie te va a amar jamás, pero jamás, como lo hice yo. Con errores, con virtudes, fue el amor más puro que di en toda mi vida. Eso me hace feliz. Que lástima que no lo aceptes.

Ya está. Por hoy suficiente. El sol se movió unos metros de la ventana y el vaso vacío con restos de pulpa de naranja me pidió que comience un nuevo día. Los diarios dispersos me exigían que deje de escribir, y la pluma se enojó con migo: me obligó a dejar de pensar en ella. Cerré el cuaderno de los escritos, que por atolondrado lo titulé “solo” y acepté comenzar un nuevo día.
Te cuento que la ciudad está más maravillosa que nunca y es hora de hacer algo con mi vida.  Se muy bien, que ahora, nuevamente, voy a salir a la calle a lucharla, a sumar conocimientos, experiencia y desamores. Se muy bien, parado en la vida, que una vez más, tengo que improvisar.



Robbie Williams - She is the one



"I was her she was me
We were one we were free."

Ricardo Arjona - Se nos muere el amor



"Ay amor no te mueras
o muerete de un trancazo,
que no hay peor agonía,
que la que es de paso en paso."

Debbie Gibson - Lost in your eyes



"And if I can't find my way,
if salvation seems worlds away...
Oh, I'll be found,
when I am lost in your eyes."

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te cuento que la ciudad está más maravillosa que nunca y es hora de hacer algo con mi vida. Se muy bien, que ahora, nuevamente, voy a salir a la calle a lucharla, a sumar conocimientos, experiencia y desamores. Se muy bien, parado en la vida, que una vez más, tengo que improvisar.

A seguir improvisando Leo... Beso enorme! esta buenisimo que te expreses de esta forma! me gusta lo que escribis aunque debo confesar que hoy se torna triste! pero bueno! nada me gusto en fin :D

besos
debi

Yelen dijo...

Cuando amamos, sale del alma todo los sentimientos puros y tiernos, surge algo totalmente desconocidos para uno mismo, capaces de hacer cualquier cosas , cosas que jamas se nos ocurreria hacer, amamos enteramente entregando sin esperara nada sólo esa sonrisa,ese beso,ese abrazo infinito, y con el tiempo nos damos cuenta que ya estamos completos que sentimos esa sensacion de no faltar nada, que encontramos ese compañero más alla de que sea nuestro amado, nos sentimos libres, desnudo del alma, compartiendo silencios, largas caminatas,atardeceres,noches...
pero sin ver ninguna razón sé va...no sabemos,nos preguntamos porqué?,que hice?,en que falle? preguntando a la nada, sin respuestas,sin una logica, no entendemos, un vacio sentimos, un dolor que atraviesa los huesos,pensamos en suicidarnos y llegan esos amigos (pocos)para ayudarnos, lloramos, por las noches soñamos al amor palpamos para ver si es verdadero y despertamos en el mismo infierno, es la misma vida vacia y en misma ausensia jodida...
Tenemos la esperanza de que vuelvan algun dia a nuestro abrazos y nos amen con la misma locura que los amamos....


Disculpame, es que tu texto me hizo sentir que no soy la unica...
igual derrocha muchos sentimientos, es cautivador y atrapante en fin..
un gusto poder leerte y un saludo muy cordial

Nico Pisano dijo...

"ese viaje en tren -para siempre- me dio más aire" - La frase que me guardo de todo este asunto.

Creo que los hombres tenemos la desdicha de creer que cuando el amor se acaba nos están traicionando. El día que entendamos que una mujer no es un bien que es 'nuestro' durante un lapso de tiempo a convenir... Habremos descubierto la verdadera esencia del amor. Mientras tanto, seguiremos siendo egoistas, necios, amantes apasionados, cariñosos y, fundamentalmente, eternos fracasados del corazón.